24 nov 2010

Malentreta Noviembre



Este viernes 26 de noviembre se realizará un nuevo ciclo malentretenido.

Presentando: "Encuentros" .

Encuentrese con los malentretenidos y pase una linda tarde. Hay muchas sorpresas y propuestas !! (se rumorean algunos desnudos artisticos, no quiero adelantar mucho)

ARRANCAMOS A LAS 7 PUNTUAL, ASÍ QUE VENGANSE BAÑADITOS A LAS 6:30 EN LO POSIBLE = )



Eaeapepé !!!

14 nov 2010

3 nov 2010

Noviembre !

La revista Malentreta está recibiendo los trabajos que quieran enviar para el mes de noviembre.

La fecha confirmada es el viernes 26, así que hasta el 19 de noviembre estaríamos recibiendo los trabajos. Aprovecho para comentarles además dos cosas. En primer lugar, que estaríamos necesitando los que nos encargamos de editar, corregir, diseñar e imprimir la revista (¿el equipo de redacción? ja) que nos ayuden, sí, con dinero porque la verdad es que además de trabajo y ganas, hacer la revista nos cuesta $$$.

Como consideramos que la disfrutamos todos y me da un poco de verguenza hincharles las terlipes con el tema de la colaboración monetaria, les quería pedir si puede nacer de ustedes. La ayuda que puedan dar, nos re sirve porque con muy poco dinero hacemos banda de copias. El mes pasado con 50 pesos hice 80 revistas. Me parece un númeroimportante, considerando que me quedaron 4 ejemplares solamente. También está creciendo Malentreta, entonces vamos a necesitar más hojas y hacer más números, por eso es esencial la ayuda que nos puedan brindar, más que nada los que siempre participan y que hasta ahora no estuvieron colaborando.

Por otro lado, les quería contar que a partir de noviembre la modalidad del café literario es oratoria. Sí, las personas que publiquen sus textos necesariamente deberán leerlos o conseguir a algún amigo copado que los lea. La esencia del café es la lectura, entonces si me mandan un texto y después no aparecen para leerlo, se complica bastante la organización de las lecturas y de las presentaciones.

La temática de noviembre es encuentros: casuales, clandestinos, del tercer tipo...

Ahora sí, siguen las presentaciones de música en vivo, las lecturas temáticas, las no temáticas, los debates, las cosas ricas, las ganas de hacer algo diferente...

Por último, les pido disculpas nuevamente a los que fueron en Octubre porque no pudimos hacer el cierre que habíamos planeado. Fueron dificultades técnicas que espero no vuelvan a ocurrir, pero que también reflejan que el café creció un montón y que no sólo el espacionos queda chico sino que el tiempo se nos hace corto.

Así que para festejar todo esto, propongo que esa misma noche del café se realize una fiesta malentretenida en mi casa a la cual podrán venir todos los malentretenidos, los no malentretenidos,los que vayan al café. Sobre este tema ampliaré más adelante.


Espero verlos pronto, que se comuniquen conmigo por cualquier duda o consulta y que manden sus trabajos! Saben que me encanta tenerlos siempre ahí firmes al pie del cañón (que en realidad es la heladera que está llena de esas tortas tan ricas! jaj) y que me encantan todas las propuestas que están trayendo.

Un beso grande y nos vemos/leemos.

Quapps. con musculosa rosa (porque está haciendo calor, vieron!)

20 oct 2010

¡¡Y llegó Octubre !!


No podes faltar a nuestra próxima reunión.

Este viernes 22 de octubre, presentando en nuestra revista: los viajes de Malentreta, la oveja negra del arte.

¡Va a estar bueno los malentretenidos!


;D


25 sept 2010

MALENTRETEA SEPTIEMBRE


En el Ciclo de café literario de Septiembre que se realizó el 24 presentamos el segundo número de Malentreta. El eje de la misma fueron textos narrativos.
Consígala consultando a su Malentretenido amigo...



CONVOCATORIA PARA OCTUBRE:
Convocamos a los que quieran colaborar con la revista.
  • Literatura: El tema de los textos va a ser "VIAJES". Viajes al norte, viajes en bondi, viajes de los otros. Puede ser un viaje relatado, un viaje como tema, un viaje como forma. Un viaje como metáfora.
  • Visuales: Cualquier obra que pueda adaptarse al blanco y negro.
  • Música: quienes quieran musicalizar las lecturas y hacer presentaciones en vivo (preferentemente acústicas)
  • Interpretaciones: actores que deseen teatralizar textos literarios

5 sept 2010

last summer song...


Foto malentretenida de un día cualquiera del verano 2010...

Algunas historias malentretenidas...

Todos eran Roma - Fernando Pedernera

El viejo caminaba por la vereda, llevaba bastón y un sombrero que hacía juego con el saco. Solía caminar por la calle, incluso en el centro, pero ya no. No le gustaba pisar el asfalto, le hacía doler la espalda si lo caminaba por mucho tiempo y ahora todas las calles del pueblo estaban asfaltadas. Llegó al bar del Tano y ocupó su lugar de siempre en la mesa del rincón, desde donde podía ver la tele y lo que pasaba en la barra y en las otras mesas. Nadie lo atendió. Al cabo de un rato, llamó a una chica, que le dijo que esperara. Tomó el pedido a otra mesa y después fue con él.

-Buenos días –dijo la chica.

-Con una moza tan bella, no lo dudo –dijo el viejo. Pero la chica no se rió.

-¿Qué va querer? –le preguntó ella.

-Ravioles de verdura, con salsa rosa -dijo el viejo- ¿Cómo es tu nombre?

La chica no dijo nada, sólo anotó -¿Para tomar?

El viejo miró a las personas que habían llegado al lugar. Dos parejas, con un chico que llevaba una muleta y la pierna envuelta en vendas.

-¿Para tomar? –repitió la moza.

Los hombres eligieron una mesa y dejaron pasar a las mujeres. Una se sentó y los hombres la acompañaron, pero la otra se quedó de pie, con el chico vendado de la mano. Mirando al viejo, la mujer se inclinó y le preguntó algo al nene, que asintió. El viejo se levantó, buscó su sombrero, su bastón y haciendo a un lado a la chica que le tomaba el pedido salió del bar, sin quitar la vista de ellos.

El pasto del jardín delantero estaba crecido y cubría el camino que llevaba a la casa al final del mismo. A un costado, en lo que alguna vez había sido una cochera, estaban los restos de un Falcon viejo que se camuflaba con el verde de las plantas. Al auto le faltaban las ruedas y una puerta. Hacía tiempo que las plantas lo habían invadido y crecido adentro, haciéndolo parte del jardín.

Atado al auto por el cuello estaba Roma, con la cabeza apoyada sobre sus patas. Miraba atento la vereda, asegurándose de que nadie tocara su territorio. Levantó las orejas. Había un pájaro en medio del jardín, sobre una madera. El ave dio dos saltos y miró al perro, que ya mostraba los dientes. Roma se puso de pie y sin perder de vista al pájaro se preparó para salir a la caza. El pájaro miró a un lado y se alejó volando. Entonces lo oyó: había alguien en la vereda.

El tipo levantó el rifle y apuntó al perro, que le ladraba tratando de zafarse.

-Es lo que te merecés, desgraciado –le dijo.

En ese momento, el viejo dio la vuelta a la esquina, lo vio y sin pensarlo dos veces, embistió al hombre lo más fuerte que su pierna coja le permitió. Salió un disparo al aire y los dos cayeron al suelo.

-Hijo e’ puta, asesino –gritaba el viejo mientras forcejeaba con el hombre.

El tipo alejó al viejo de un empujón y cuando se puso de pie recargó el rifle. El viejo agarró su bastón y logró levantarse también. El otro, desde donde estaba, apuntó con el arma al perro, que ladraba y se agitaba, tratando de defender a su amo. El viejo agarró el bastón con las dos manos y lo partió contra la nuca del tipo, que cayó desmayado al suelo.

El rifle salió despedido y cuando cayó dio otro disparo que rompió una ventana de la vereda de enfrente. Unas personas salieron gritando. El viejo se esforzó por mantenerse en pie, respiraba con dificultad. Trató de apoyarse en su bastón, que estaba quebrado, y cayó al suelo otra vez.

Cuando despertó ya era de noche. Se encontró sentado en el sillón de su casa, al lado del fuego del hogar. Tanteó alrededor hasta que pudo ver bien e intentó ponerse de pie, pero no alcanzó, y cayó sentado otra vez donde estaba. Escuchó el sonido de la cadena del baño, la puerta se abrió y salió una mujer de pelo enrulado.

-Me diste un susto de aquellos, papá -dijo la mujer, sentándose a su lado-. Cuando me llamaron pensé lo peor.

-¿Roma dónde está?

-Está bien, está bien. Lo até atrás.

-No le gusta estar atrás –dijo el viejo.

-Bueno, en un rato lo muevo adelante otra vez.

Al viejo se le anudó la garganta. La mujer se acercó y lo abrazó, apoyando la cabeza en su hombro. La pava empezó a silbar. La mujer besó la frente del viejo, fue hasta las hornallas y sacó la pava.

-¿De qué lo querés? –preguntó.

-Da igual.

La mujer preparó dos tazas de té, les puso azúcar y las llevó hasta la mesa ratona en una bandeja. Las dejó sobre la mesa adelante del viejo y después de sentarse, tomó un trago de su taza.

-Está que pela –dijo, riendo.

El viejo hizo una mueca.

-El otro día me ganó Nahuelito –dijo la mujer-. Me agarró con un mate pastor. Cómo pasa el tiempo -dijo-. Mi propio hijo ya me gana al ajedrez. Es muy bueno jugando, lo sacó de su abuelo, de vos.

-Yo no soy su abuelo.

-Siempre fuiste como un padre para mí -dijo la mujer. Se quedaron en silencio un momento.

-Todo el pueblo está empecinado con matar al perro -dijo el viejo.

-Y bueno, no es la primera vez que pasa, papá –dijo ella.

-Es porque me odian a mí –dijo el viejo-. Es para joderme a mí.

-Papá, tenés que entenderlos.

-No puedo, porque no puedo tolerar la barbarie, carajo. El tipo ese vino con un rifle a mi casa. Esto no es contra el perro. Es contra mí. Ellos creen que –dijo el viejo, le temblaba la mano-. Creen que soy un monstruo.

La mujer miraba el suelo.

-No saben cómo eran las cosas –decía el viejo-. No saben nada. Nada.

-Tratá de calmarte, papá.

-Bestias, malcrían a sus hijos y me hacen pagar a mí por ellos.

- Cortala, papá.

-Tendría que haberlo matado yo a ese chico, carajo.

La mujer se levantó, fue al baño y cerró de un portazo.

El viejo miró el fuego. Se puso de pie y llevó las tazas hasta la pileta de la cocina, acomodó unos platos que se estaban secando y fue hasta el baño. Tocó a la puerta -la mujer no dijo nada- podía escucharla usando la canilla. El viejo abrió la puerta con suavidad y miró adentro. La mujer lloraba.

-Está bien –dijo ella, con la voz entrecortada-. No es nada, papá. Sé que no quisiste decirlo, pero no puedo evitarlo, papá, no puedo.

-Es mi culpa –dijo el viejo-. Es que a veces… a veces me siento como Roma, atado por el cuello a ese auto.

Al otro día la mujer se levantó y fue a la cocina. En el comedor estaba el viejo, sentado con los brazos cruzados y las piernas juntas. La mujer no entendió qué pasaba. El viejo tenía la cara colorada y el ceño fruncido.

-Se lo llevaron –fue lo único que dijo.

La mujer salió apurada y miró en el Falcon donde dormía Roma. En el interior, entre los asientos rotos y los pastos, estaba la correa cortada. La mujer la sostuvo en la mano. Desde donde estaba miró alrededor, pero no vio a nadie. Todos habían desaparecido.


Solanum lycopersicumFlorencia Pellegrini

Desesperanzada como una naranja medio seca. Como un tomate liquidado en la acera.

Nada de lo que recuerde me incierta, si ya me he preguntando tantas veces qué ha sucedido y es igual si pueda o no contestar aquello, al cabo de un rato me estaré olvidando.

De pronto estoy caminando por la calle dos o tres horas. Compro unos chicles para justificar el ingreso al baño y ahí me doy cuenta de la mancha en el vestido. Me avergüenzo de haber andado así todo el día (un todo el día que solo fueron dos horas).

Una fina línea de evidente color rojo sangre recorre el vestido desde la axila hasta el muslo. ¿Qué es aquello? Por quinta vez, ¿qué ha sucedido? ¿Fue entonces? No puedo formularme un cuándo, creo que no me interesa el por qué. Intento quitarme con agua la mancha, pero entonces me doy cuenta lo seca que está. Ahora sí, ¿cuándo sucedió?

Me siento una goma espuma sucia. No tanto por lo sucia, sino por lo inservible e imperecedero de ser metafóricamente una goma espuma. Salud.

Aplastada, como chicle en la acera, ahí al lado del tomate. Y somos miles los chicles.

O no, mejor ésta: como cigarrillo en una parada de colectivo. ¡Qué infeliz!

Humedezco con saliva el vestido para comprobar que aquella recta bordo empastado es sangre. Pero, ¿cómo? Me miro el cuerpo en busca de cortes, algún moretón o dolores. Por ende, ¿con quién? O tal vez, ¿a quién?

Cara de póker a la empleada que entra. Me dice que va a limpiar el baño. Indirectamente me echa. Bueno, ya. Salgo de costadito apresuradamente para que no me mire el vestido, pero esa mujer apenas se percata de mis movimientos.

Estuve caminando tanto desconociendo ese renglón en mi costado y ahora no me soporto ni dos minutos en la calle. Ponerme a correr no tendría sentido. Una ridícula en tacos altos a las cinco de la tarde, en deplorables condiciones físicas que a las dos cuadras se desmaya, de seguro. Entonces el socorro, la mancha y algún pánico infundado. Quizás tenga el aspecto de la masa gelatinosa desparramada contra el suelo. Y las semillitas, minúsculas y aplanadas queriendo salvarse. Tomate de porquería.

Empiezo a caminar rápido, moviendo mi cintura en una gracia poco natural, pero ¡qué gracia! Nada me afecta. Sí, a usted le digo señor, que me mira las piernas. Ahí viene otro más de frente, está distraído, quizás no se de cuenta de mí. Pero, ¡opa!, ¿me miró el costado? ¿Me miró el vestido?

Pánico.

¿Por qué me cruzo con tanta gente? ¿A dónde van? Que se tomen un taxi o un colectivo. Si quieren caminar que vayan al gimnasio. Me gana el melodrama.

El recorrido se me hace una tortura de unos veinte minutos insalvables. Me hubiese tomado yo un taxi.

Frustrada, como la cara que mira los gajos de una mandarina en la expresión de “maldita sea, no estas dulce”.

Listo, llego al edificio. Llaves, portón.

Relajación, como el lavarse las manos después de sentirlas tan sucias.

Me lo he preguntado tantas veces en el camino, cada vez con más énfasis. Nada aceptable surgió en mi mente para aliviarme. Ni siquiera un “puede ser”.

Quinto piso, mi departamento. Si tomo el ascensor seguro el señor Juan va a salir a saludarme. Esa piltrafa hace tanto bochinche que se va a dar cuenta que estoy llegando, a pesar de su sordera. Y no puede verme así.

¡Ver eso!

No, esa ringlera, columna, estría de incógnita y color de imaginada muerte. Posible sacrificio. ¿Será así? Miro mis manos con asombro glacial. Aquella tendencia rectilínea me paralizó.

Miedo, como el despertarse con la luz de un rayo en un día tormentoso y jurar haber visto una figura al lado tuyo.

Decido subir por las escaleras. Qué estupidez más grande la mía. Escalón por escalón los tacos resuenan como tronadores haciendo eco en todo el maldito edificio. Parecen como si adrede se clavaran en el mármol sólo para burlarse de mí. Y es igual que me queje o no, jamás se me ocurrió descalzarme.

Un desperdicio, como caramelo que recién te metes a la boca y sin querer te lo tragaste sin saborearlo.

Y el terror. Ahí, en el tercer piso: Don Juan sacando la basura. Viejo de mierda, si siempre toma el ascensor, ¿qué hace ahí? Y, ¿cómo? Pero ya me habría de olvidar.

Emilia, ¿cómo está? ¿Qué le pasa?

Tu cara.

¿Qué hiciste?

Solanum lycopersicum, es lo único que me acuerdo.

Presión. Bien. Resolvamos esto.

En realidad no tengo de qué preocuparme, mientras no mirara el diámetro de aquella hilera de grito ahogado al costado, curvándose con mis curvas. El meridiano de cobardía en el que en este momento se posan sus ojos.

Pavor.

¿Qué hiciste? (ya lo había olvidado)

Yo, yo puedo. Yo puedo explicarlo (y subir lentamente por los escalones hasta el cuarto piso dónde podré correr y alejarme de él; no podrá alcanzarme, lo sé.)

¿Era necesario que gritara?

¡Emilia!

Sí, como cuando miras al tomate disecado y te preguntas si era necesario que luzca como una masticada.

No Juan, no me vea así.

¿Qué hiciste?

¿Acaso me llamó asesina? No puedo recordarlo.

Ya, quinto piso, la puerta de su casa abierta vaya a saber uno por qué.

¿Monstruo? ¿Yo?

No hice nada. No puedo recordarlo.

Por favor. ¡Si esta sangre es mía! Del cuchillo que acabe de tomar de su cocina, del cuchillo que está ahí tirado en el suelo y que ha cortado mis venas.

¿No ve? Tengo sangre en todo el vestido. Es mía, ahora lo ve. Es mía. Lo estoy recordando.

Si yo no hice nada.

Hecha una piltrafa. Y el olor nauseabundo de verdura podrida al que acuden las moscas aumentando poco a poco.







Algunas poesías de autores malentretenidos...


Malentretenido - Lionel Robles


En estas despiertas faltas

Que nos hacen malentretener

Más no hay como palabras

Madrugadas después

Irrealidades imposibles

Invisibles que se ven

Vago, aburrido, ¡malentretenido!

Sin rosario ni caballo, sin abrigo

Poco acostumbrado al a costumbre

Apartado del presente que nos aburre

Escribiendo o expresando

Adaptándolo que no aprendimos ni enseñamos

Desafinando una guitarra,

Componiendo con pincel

Derribando lo que haiga

Lo que interponen como ley

Desafiando golpes que apartan

Voces que nos impiden ser

Rezago, ruido, ¡malentretenido!

Resabio de los pedazos de liberación

Para cultura como sutura

Burla a la cordura

Acción y también duda

Diablura.

Imperfección.






Narrar o re-escribir - Ma. Florencia Piedrabuena

I

El ello está ausente

Aquello, nunca más.

De todos los muertos, los míos son reacios, mancos y violadas.

Los tuyos son negros, judíos o eslavos.

Mezclamos

Literatura y vida

No la mía

La tuya, la negra, judía y eslava.

Y yo leo

Sigmund Freud, Henry James, Tolstoi

Y Joyce, en inglés

cada vez que empieza un “toco tu boca con el…”

Y un Borges, George

Y un Lamborghini analizado o agujerodependiente.

No leo literatura, leo no-vida.

Porque aquello, que no es esto, no es mi vida

Ni la tuya.

Me torno estructural para que puedas leerme:

AL gran pueblo extranjero, salú.

Oremos.

Letra escarlata vendida, llena eres de grasa.

El senior escondido.

No te salves, querida, no te extrañamos diciendo

Lo que ya se dijo en otras vidas.

II

Lo mío son las mujeres:

Las reacias, mancas y violadas.

“La Patri” argentina.

En vez de domingos de misa

Evocamos demonios.

En el día del asado reaccionario. AMÉN.

El humo y la carne se desintegran.

Volviéndose más tierna

para hincarle el diente

Y comer el huesito con las manos

Y limpiarnos los dedos con la ropa

-no sea cosa de que manchemos

El último ejemplar del suplemento de cultura-

(qué genial palabra, suplemento

como lo que le dan a los bebés

para crecer sanos y fuertes

cuando les falta vitaminas o calcio)

Claro, para no ensuciar el diario.

Y para no lavarse los dientes le sirven a uno

Soda con el café cortado.

Pero yo, que como asado con café y leo el diario con medialunas

y leo a Borges y a James

Me solidarizo (aunque sólo espiritualmente)

Con los negros, los judíos y los eslavos comunistas:

Recién me entero de los salvajes solitarios

Y de los anti-imperialistas ¿o eran anti-peronistas?

Es que nunca supe a qué imperio se refería

Es decir, siempre creí

que revolución y Francia eran sinónimos

Hasta que Napoleón…

Bueno, todos sabemos que Napoleón…

era petiso.

III

Lo que me pregunto es cuánto sabemos de La Patri

que vive a la vuelta de mi casa

y se está por hacer famosa.

Estoy casi segura, porque la llamaron hace dos semanas

para ir a uno de esos programas (de televisión por supuesto)

Donde pasan los fines de semana

música tropical.

La Patri es muy talentosa.

Tiene dos grandes talentos, pero uno más hermoso.

Con esto me refiero a que canta y baila,

-no seamos duros con ella-

Lo que nadie sabe es que quiere ser famosa

porque escribió un soneto.

La Patri tiene dieciséis y está en primero,

cobra sus asignaciones por hijos (tiene dos mellizas)

Y por hija también.

La Patri reside en Tigre, al lado del río

-y digo “reside” porque en los impuestos que llegan a su casa

Figura escrito “zona residencial”.

(Será que tiene vista a la costa -del río Luján-)

Lo cierto es que ella dice que está “media educada”,

porque va a la “escuela de enseñanza media”

y es donde le enseñaron que los adjetivos

flexionan en género y en número

y que entre sujeto y verbo hay concordancia.

Yo pienso que es muy inteligente,

Una vez le dijo a su profesora de lengua

Que ella estaba “flexionada”

Queriendo decir “embarazada” de dos mujeres

Porque iba a aumentar correspondientemente

En género y número.

Y eso fue sólo por decir.

La Patri baila los domingos en América

y es el orgullo del barrio.

No le importa que todos la aplaudan por ver

uno de sus talentos

Un día, La Patri va a ser famosa, y de esto estoy segurísima,

como escritora de sonetos.

La patri:

argentina,

deciséis años,

madre soltera,

hija,

bailarina,

cantante

y poeta.

Yo me inclino en señal de respeto

Ante esta nueva literatura

Para que borre de una vez dos siglos

y los reescriba

El neo-realismo naturalista

Crece en Tigre

En una villa

Al lado del río.







La panza que lloraba whisky - Juan Coronel

Espiando tu destino

Las monedas caen al piso de este bar destrozado…

Y parezco una moneda más mirando desde el suelo inmundo

Los espacios

Y descubriendo que el bar tiene más almas rajadas

Que botellas con algo…

Tambaleando

Escucho otro sonido

Y no estoy particularmente en un lugar

¡Estoy en todos!

No voy a decir que me siento un parásito por miedo a que el parásito se sienta ofendido

Es un cementerio lo que no solemos decir a la cara

A la cara de aquellos seres de piedra

Que sólo usan máscaras comunes

Para sentirse identificados con su especie

Nada pasa por aquí…

Mientras los ojos se caen con el peso de las lágrimas

Un mozo intenta secarlas pero no le dan más propina que servir una pizza

Y se enoja con sus zapatos nuevos

Porque le queman sus talones

(Nunca nadie pasa por un rumbo aunque crean que tienen todo cierto)

Algunas cosas pueden no existir en este futuro…

Todo es tan confuso como ver a San Martín en un billete de cien…

Y creo que ya no hay nadie que camine sin miedo la noche

La noche no es más

Que el suelo de los inconformes…

Y así… nadie (que es una linda palabra triste)

Se olvida su marihuana

Su dni, su dosis de cafeína

O el nombre de su mamá

Así nadie se desata los cordones para tropezar seguido y aprender

Todo se esconde como un lobo

Y el lobo no se esconde…

Imaginate nomás como está todo

En esta panza que sólo

Llora

Whisky.


dibujo de Florencia Pellegrini


http://theblackisreally-white.blogspot.com/

7 ago 2010

30 jul 2010

Bienvenidos



Nos los representantes del pueblo de la Nación Malentretenida, reunidos en Congreso General Pachequense por voluntad y elección de las ideas que la componen, en cumplimiento de pactos inexistentes, con el objeto de constituir la unión cultural, afianzar el arte, consolidar la interacción, proveer a la cohersión social, y asegurar el ejercicio de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran participar del sueño malentretenido; invocando la protección de Dada, fuente de toda razón y justicia: desordenamos, nos reímos e imaginamos este corral de puertas abiertas para el rebaño malentretenido.